Diez errores relacionados con la informática de nuestras pymes y las frases que los encubren – 1

Lo cierto es que muchas PYMES no prestan al soporte informático la atención que merece. Sin embargo, las consecuencias de esta actitud pueden ser muy serias si surgen complicaciones.

Vamos a examinar en una serie de diez artículos breves otros tantos errores que hemos visto una y otra vez a lo largo de nuestra vida profesional.

No son errores técnicos a los que pueda darse una solución que el lector pueda aplicar. Son errores de concepto cuya solución dependerá muchas veces de la circunstancia concreta de cada empresa.

Dichos errores son a menudo “justificados” con frases que, a primera vista, parecen razonables.

Explicaremos aquí las razones por las cuales creemos que no lo son y por qué los errores que encubren deberían evitarse a toda costa.

FRASE 1: No necesito un informático. Cuando me haga falta ya lo buscaré.

Este es un clásico provocado muchas veces por el desconocimiento de la informática en general y de su potencial.

El no ser capaz de valorar lo que un buen técnico puede hacer por nuestro negocio hace que lo consideremos un gasto superfluo.
Por otra parte, en caso de problema serio, nuestra empresa puede resultar paralizada y nada nos garantiza que encontraremos al técnico adecuado con la urgencia que algo así requiere. Eso llevará inevitablemente asociado el correspondiente coste, cosa que, en el caso de una pyme, puede llegar a ser fatal.

En las empresas pequeñas tiende a creerse que un soporte técnico permanente sólo está justificado en empresas de cierto tamaño. Un departamento de informática propiamente dicho es impensable por razones de presupuesto y podría parecer que una sola persona dedicada al tema sólo trabajaría en caso de problemas.

Hay dos posibles formas de afrontar esto. Una es externalizar el soporte informático de forma que por un precio asequible podamos contar con un profesional cuando sea necesario y dispongamos de asesoramiento que nos permita prevenir futuros problemas de mayor gravedad.

La segunda forma consiste en tener una persona dedicada dentro de nuestra organización. Su trabajo no consistiría sólo en solucionar problemas sino en planificar y prevenir logrando de esta manera que el resto de la plantilla sea más productiva.

Ambas soluciones son mucho más efectivas si las combinamos con una selección adecuada de nuestro personal de forma que los usuarios de los equipos informáticos tengan los conocimientos suficientes para resolver problemas cotidianos por sí mismos o algo más complejos bajo la dirección de nuestro soporte informático.

Sobre la formación de los usuarios trataremos en la segunda parte de esta serie.