Qué nos ofrece la informática en la nube y cómo utilizarla
¿Continuamos con las soluciones informáticas de la empresa en nuestras propias instalaciones? ¿Migramos a la nube? ¿Es seguro? ¿… Y es rentable…? Cloud Computing ¿Sí? ¿No?
Cloud Computing ¿Sí? ¿No? Estas preguntas se las hacen en todas las empresas tanto responsables informáticos en sí como de otros tipos (financieros, controllers, seguridad, …) Y conforme estas tecnologías van madurando en conjunción con otras, como las de comunicaciones, estas preguntas cada vez son menos retóricas y más propias de decisiones de negocio.
El concepto de “nube” ha ido evolucionando y actualmente el problema no es si confiar en las diferentes plataformas tecnológicas disponibles, sino a veces entender todas las posibilidades que nos ofrecen. De hecho, ya hoy múltiples soluciones que utilizan a diario todo tipo de empresas son 100% basadas en “Cloud Computing”: desde web sites hasta soluciones de comunicaciones pasando por servicios de almacenamiento de datos, sistemas de colaboración, u ofimática. Solo hay que echar un vistazo a herramientas que utilizamos cada día tanto a nivel particular como empresarial, por parte de diferentes fabricantes como Google o Microsoft, por citar a algunos de los más grandes y con más opciones.
Lo que suelo ver en nuestros clientes, y según cómo también incluso en las propias empresas de servicios informáticos, es lo que avanzaba antes de la problemática de entender las posibilidades que tenemos a nuestro alcance. Los diferentes proveedores de esos servicios ya proporcionan amplias explicaciones sobre las tecnologías y soluciones que comercializan, como pueden ser las que publican Microsoft con su Azure, o Amazon con su AWS, por lo que no voy a entrar en ello en este post. Aunque las informaciones que ofrecen son extensas es cierto que la gestión de todo lo que ofrecen no es fácil, y que a veces puede llevarnos más tiempo del deseado implementar alguna de las soluciones que proporcionan.
Herramientas disponibles
Pero eso no nos ha de asustar sino que nos ha de llevar a aprender a usar las utilidades que tenemos a nuestra disposición, como los portales y herramientas que los fabricantes incluyen en estas plataformas. Y en todo caso los errores suceden, y no es lo mismo equivocarse implantando una solución “on—premises” con las compras y/o contrataciones de servicios que ello puede implicar, que en la nube, donde en cualquier momento podemos cancelar lo que estemos utilizando.
No hay que olvidar que dentro de todas estas opciones que comercializan los diferentes proveedores hay algunas que ya utilizamos -pocas empresas tienen ya servidores de correo “on-premises”, o las soluciones ofimáticas y de colaboración ya están basadas en Office365 o en documentos de Google. O incluso soluciones completas de gestión como ERPs y CRMs– sin pararnos a pensar que son soluciones basadas en la nube. Y otras como las máquinas virtuales si no hace mucho siempre se pensaban sobre servidores propios ya es muy habitual tenerlas directamente hospedadas en alguna de las muchas empresas que dan este servicio.
Pero hay mucho, mucho más… en Certia, como partners de Microsoft, aunque trabajamos con diferentes proveedores dependiendo de diferentes variables conocemos mejor Azure:
Además de la imagen que da pie a este post, con un esquema completo de Azure, como ejemplo en la imagen anterior tenéis un pantallazo de los apartados más importantes -a la izquierda- disponibles, y justo a su derecha las opciones destacadas de ese apartado. En este caso dentro de “Proceso” entre diferentes opciones encontraremos una de las más habituales: las máquinas virtuales. Azure dispone de multitud de soluciones que pueden ayudarnos a acometer proyectos ahorrándonos preocupaciones, tiempo, y dinero.
Cada empresa tiene su casuística
Empresas pequeñas, grandes, medianas, con departamentos informáticos, sin ellos, con usuarios avanzados en informática aunque no tengan perfil técnico, sin ellos, … no será lo mismo una empresa con departamento informático disponible para gestionar hardware, software, aplicaciones, seguridad, etc., que otra que no disponga de estos recursos y que por tanto el hecho de tener cubiertos estos aspectos mediante la contratación de servicios en la nube sea algo primordial.
O incluso en una empresa que disponga de un departamento de informática no será lo mismo al hacer una implantación importante tener que hacerse cargo del coste al inicio de proyecto -compra habitual de software y hardware- que pagar mensualmente por el uso que se haga -pudiendo además aumentar o disminuir los recursos contratados si fuera el caso-, o cuando se quiere probar una solución disponer de recursos para ello sin tener que adquirirlos obligatoriamente.
El resumen es que la decisión de utilizar lo que nos ofrece la nube debiera ser ya hoy en día una decisión basada en variables económicas, de recursos disponibles, de facilidad de uso, … y de disponer de un partner tecnológico que nos ayude con todo ello.